SE ACABÓ LA COALICIÓN

Por Cristhian Salazar

Aispuro ya demostró que no está preparado para ser general, cuando mucho llega a soldado raso. El licenciado Aispuro está acostumbrado a recibir órdenes de sus superiores, en especial de su ex jefe Maximiliano Silerio, a quien le debe toda su carrera política. La toma de decisiones está fuera de su contexto político, de su esfera de capacidades. No cabe duda que el de Tamazula seguirá siendo por mucho tiempo un pinche de la cocina.

La coyuntura política que se presentó en Durango y que abrió la posibilidad de una alianza con todos los partidos de oposición, es histórica y sin precedentes. Antes de concretarse, primero debieron alinearse todos los planetas con la luna. Este tipo de oportunidades solo se presentan una vez en la vida, pero Aispuro lo desaprovechó, y guardó silencio cuando los del PAN reventaron la coalición al romper con el PT. Aispuro debió condicionar su candidatura y evitar a toda costa la salida de los petistas, ya que sin los más de 20 mil votos que le aportaría ese partido, no tiene ninguna posibilidad de ganar.

No se espera que la elección de 2010 tenga una participación ciudadana sobresaliente, el abstencionismo será nuevamente el nefasto ganador. Esto va a favorecer al partido que cuente con un mayor voto duro. Sin duda, al PRI le bastará su gran estructura para ganar, por supuesto con una estrategia adecuada y sin cometer errores graves.

Gonzalo Yañez es un personaje con un perfil mesiánico, que despierta gran entusiasmo entre las clases populares, quienes están ávidas de alguna esperanza que los saque de su miseria. Su candidatura hubiera ampliado considerablemente la votación de la alianza, haciendo más competida la elección. En cambio, a Dorador ni los verdaderos panistas lo quieren, sus poses y actitudes, su forma tozuda de hacer política han dividido a su partido en varias ocasiones.

Rodolfo Dorador está muy lejos de ser el fenómeno electoral que muchos aseguran. Es justo mencionar que ha ganado dos elecciones importantes, pero recordemos que la primera la ganó siendo todo un desconocido y gracias al “efecto Fox” en el 2000. Y la senaduría se la debe al arrastre electoral de Felipe Calderón, pero ahora el enano de Los Pinos, más que una ayuda, le representa un lastre muy pesado. Los ciudadanos ya no nos chupamos el dedo, y nos damos cuenta que el panismo ha plagado nuestro país de miserias y lo tiene hundido en una profunda crisis económica y social. Por eso en las últimas encuestas, la administración de Calderón tiene una calificación reprobatoria por la mayoría de los mexicanos.

Sin embargo, los aliados de Aispuro prefirieron a Dorador sobre Gonzalo, en su salud lo hallarán. Esto es la prueba más irrefutable de que PAN y PRD no buscan el triunfo, sino seguir detentando regidurías y diputaciones plurinominales, y aumentar sus prerrogativas. Aispuro debió asumir naturalmente el liderazgo de la coalición y evitar la fractura con el partido del trabajo. Pero para eso se necesita un gran oficio político. Sería como pedirle peras al olmo.

En estas condiciones, ya no puede llamarse coalición a la unión del PAN con el PRD y Convergencia, ya que entre José Ramón Enriquez y Soledad Ruiz Cannán, difícilmente le juntan 10 personas. La elección en ciernes será una pelea entre las fuerzas políticas reales en Durango, el PAN, el PT y el PRI. La oposición se dispersó en beneficio del revolucionario institucional.

Aispuro se dirige a una guerra donde le espera una derrota segura. Ojalá que haya negociado una buena posición con Felipe Calderón, porque sería una lástima haber renunciado a una gran trayectoria política y a una larga militancia priista por nada. Más le valdría rajarse en este momento. Al fin y al cabo, no sería la primera vez.