QUÉ SIGUE EN LA UJED

El Frente por la autonomía universitaria ha recibido una herida de muerte. El Tribunal Colegiado de Circuito desechó el amparo interpuesto por el ex rector Rubén Calderón Luján. Esto pone fin al litigio y deberá también poner fin al conflicto que surgió hace 9 meses.
El pasado 5 de octubre, Calderón solicitó un amparo en el juzgado 2º de Distrito en contra de la reforma a la Ley Orgánica de la UJED, que aprobó el Congreso del estado y que lo inhabilitó para reelegirse. Sin embargo, el juzgado resolvió que las firmas de la demanda y de su posterior ampliación no coincidían y que una de ellas era falsa, por ello el juicio se sobreseyó. Rubén pidió la revisión y el Tribunal Colegiado nuevamente le dio palo, quedando el caso como cosa juzgada.
¿Por fin quedarán conformes los del Frente Universitario? No lo creo, estos señores siempre estarán en contra de todo, ya que son unos mitoteros profesionales, y este modo de vida les ha permitido cobrar sin trabajar durante muchos años. Pero a chillidos de marrano, oídos de matancero. El rector deberá demostrar que es político y que tiene la piel gruesa, a prueba de calumnias y de halagos.
Ahora que la resolución de esta alta instancia, le da certeza jurídica y legitimidad a la actual rectoría, Luis Tomás Castro tiene toda la autoridad legal y moral para llamar a cuentas a quienes por mucho tiempo afectaron el patrimonio de la Universidad. La sociedad sigue esperando los resultados de las auditorías y el castigo a los malos manejos financieros, como en los casos del fondo de jubilaciones, la caja chica de rectoría, los préstamos irregulares, o el hecho de que Rubén Calderón no hacía presupuesto de ingresos y egresos. No se trata de una cacería de brujas, ni de revanchismos políticos, se trata de dar a cada quién lo que le corresponde. ¿Qué mensaje le estaríamos dando a la sociedad de Durango, si toda esta inmundicia queda impune? La Universidad debe ser un paradigma de justicia y de transparencia.