Por Cristhian Salazar
Peña Nieto y Manlio Fabio Beltrones, saben que no pueden ganar la Presidencia de la República sin el apoyo de los gobernadores priistas. Por ello, quien vaya a ser el candidato presidencial del PRI, no les va a regatear a los mandatarios estatales las candidaturas para sus respectivos delfines.
En estas condiciones, considero que la voluntad de los gobernadores tricolores será determinante en la selección de candidatos del PRI al Senado y a diputados federales en los estados provinciales. Quien tenga alguna aspiración, por muy legítima que ésta sea, deberá contar con el visto bueno del Ejecutivo Estatal.
En Durango, si hoy se definieran las candidaturas para senadores, la fórmula estaría integrada por Esteban Villegas y Jorge Herrera Delgado, y existen argumentos suficientes para creer que éstos llevan la delantera sobre los demás aspirantes.
El Presidente del Comité Directivo Estatal del PRI, pertenece al círculo más cercano de Jorge Herrera Caldera. Esteban se ha ganado la confianza del gobernador y se ha convertido en su principal operador político en todo el estado. Además, el joven ex dirigente estudiantil, no se ha dormido en sus laureles, ha aprovechado su cargo para recorrer todos los municipios y posicionarse entre la clase política del partido. En el peor de los escenarios, a Esteban le corresponde en forma natural la candidatura al distrito 01 federal, pero podemos estar seguros que aparecerá en las boletas de 2012.
Por su parte, Jorge Herrera Delgado le daría fortaleza a la fórmula. El ex Presidente Municipal ha sabido mantenerse institucional, sin robar reflectores y sin echarse enemigos gratuitos. Y se ha sabido vender como un candidato bien posicionado ante la sociedad civil, un sector donde al PRI le urge penetrar y ganar simpatizantes.
A Herrera Delgado nadie puede acusarlo de advenedizo o de no contar con militancia o experiencia política. Recordemos que ha sido Presidente Municipal, dos veces Diputado Local y aspirante a ser candidato a gobernador del PRI.
En el PRI nunca hay sequía de candidatos. El partido cuenta con otros actores importantes, que también tienen posibilidades reales de ser abanderados y de ganar las elecciones. En primer lugar, debemos mencionar al acalde capitalino Adán Soria, que en este primer año de gobierno se ha mostrado hiperactivo con la estructura del PRI, no solo de la capital, sino que también ha mantenido contacto con clase priista de otros municipios. Además ha desplegado una exitosa estrategia mediática que seguramente lo metió a las preferencias electorales en las encuestas. No cabe duda que Adán tiene todo para ser un gran candidato a senador, trayectoria, experiencia, capacidad y carisma. Todo, excepto una cosa, el visto bueno del jefe político del PRI. Pero los buenos políticos saben construir los escenarios. Si Adán quiere ser senador, debe convertirse en un actor indispensable para el futuro del proyecto político de Herrera Caldera y del PRI, y recordar que el sexenio pasado ya se acabó.
Por otro lado, están los laguneros Leticia Herrera Ale y Ricardo Rebollo. Ambos, miembros de prominentes familias de empresarios y ambos con una amplia experiencia partidista. Pero también con grandes diferencias antagónicas, que pueden terminar por anular las aspiraciones políticas de los dos gomezpalatinos.
Incluir a un (a) lagunero (a) en la fórmula priista al Senado, sería un excelente mensaje de unidad, ya que tener un senador gomezpalatino, fortalecería el vínculo de la capital con esta importante región económica. Pero para unir a la Laguna con Durango, primero hay que unir a los laguneros y esa no es una tarea fácil.
Incluir a un (a) lagunero (a) en la fórmula priista al Senado, sería un excelente mensaje de unidad, ya que tener un senador gomezpalatino, fortalecería el vínculo de la capital con esta importante región económica. Pero para unir a la Laguna con Durango, primero hay que unir a los laguneros y esa no es una tarea fácil.
Tampoco debemos descartar a los diputados federales Yolanda De la Torre, Oscar García Barrón y Ricardo López Pescador.
La diputada Yolanda ha brillado con luz propia en San Lázaro, y en su reciente informe demostró que tiene gran poder de convocatoria, no solo entre la clase política del PRI, sino también en la sociedad civil. No sería una sorpresa si es considerada en la fórmula priista.
El profesor García Barrón es el priista con mayor presencia en el campo. Su activismo y su gestión en favor de los campesinos lo han convertido en una figura central del tema rural en nuestro estado. Su postulación le garantiza al PRI una buena cantidad de votos verdes, sobre todo en los municipios de los llanos y de la región norte.
Por último, Ricardo López es el priista con más trayectoria partidista en las filas del tricolor y con verdaderas posibilidades de competir por la senaduría. Con una amplia carrera, inició siendo presidente de un comité seccional. Ha sido Presidente del PRI Municipal, Regidor, Síndico capitalino, Diputado Local, Presidente del PRI Estatal, entre otros cargos. López Pescador tiene una coyuntura ideal para alcanzar un lugar en la fórmula. Su postulación sería un buen mensaje para la clase política del PRI, los sectores y las organizaciones. Pero antes, al igual que Adán, debe ganarse la confianza del que manda en el partido.
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