martes, 1 de noviembre de 2011

NUEVO CONFLICTO EN LA IZQUIERDA

Por Cristhian Salazar

Nuevamente la izquierda llegará dividida a las elecciones presidenciales. Este escenario complica seriamente las posibilidades de triunfo para un candidato de esta corriente política.

En 2006, Andrés Manuel López Obrador estuvo muy cerca de ganar la presidencia de la República, pero le falló la estructura electoral y el PAN hizo trampa en varios estados provinciales. La diferencia entre el Peje y Calderón fue menor a un punto porcentual, jamás un candidato de izquierda acarició tanto la silla presidencial.

En aquella ocasión, el PRD jugó en alianza con los partidos PT y Convergencia. Pero Patricia Mercado, El sub comandante Marcos y Cuauhtémoc Cárdenas no quisieron apoyar al Peje. Probablemente, los votos que hubieran aportado estos actores políticos, pudieron haberle dado la ventaja al PRD.

En la pasada elección presidencial, la izquierda tenía un solo candidato, López Obrador. Hoy tienen dos aspirantes que pueden ser competitivos, el mismo Peje y el actual Jefe de Gobierno del D.F. Marcelo Ebrard. Cualquiera de estos personajes podría dar la pelea al PRI y al PAN, y considerando la mediocridad de los candidatos panistas, la contienda podría cerrarse entre el PRD y el tricolor.

Sin embargo, todo parece indicar que viene una nueva ruptura. El episodio del pasado 23 de octubre, es un síntoma de la división que ya es inminente. Si las tribus perredistas no se ponen de acuerdo, el partido se encamina a una derrota más y en el peor escenario, a su posible extinción.

Detrás de este cochinero, no solo está la elección del candidato presidencial. Lo que en realidad pelean a muerte los grupos y grupúsculos internos, son las diputaciones y senadurías plurinominales, es decir, llegar al poder por la vía fácil. La Presidencia de la República no es la prioridad para estos parásitos, su prioridad es seguir en la nómina, dentro de la gorda burocracia partidista. Pero por pelearse las posiciones menores, dejarán la posibilidad de ganar la Presidencia. Los perredistas son como niños pequeños, cuando les dan a elegir entre una moneda grande de 10 pesos y una chica de 100. ¡Escogen la grandota!

En estas condiciones, existen dos escenarios posibles. En primer lugar, si Marcelo Ebrard es elegido candidato del PRD. En este caso, es casi seguro un rompimiento del Peje, a quien lo están esperando con los brazos abiertos en el PT y Movimiento Ciudadano, ya que esta candidatura les asegura a Alberto Anaya y a Dante Delgado, amarrar el registro de sus respectivos partidos o franquicias privadas, y además, un buen número de diputaciones plurinominales, presidencias municipales, etc. Y sobre todo, más dinero para sus arcas.

Andrés Manuel no tiene posibilidades de ganar como candidato de estos dos partiditos, ya que no tienen estructura ni buena fama. La poca gente que tienen en algunos estados, es a base de huevos (generosos), pero los huevos de Gonzalo Yañez ya no dan para mucho. Además, nunca le han presentado al pueblo un verdadero proyecto de Estado.

En otro escenario, si López Obrador es el candidato del PRD, será necesario un gran esfuerzo para negociar posiciones con Marcelo Ebrard, ya que también hay grandes posibilidades de que el Jefe de Gobierno rompa con su partido, seguido por la corriente de “los chuchos”. Este desprendimiento podría hacer una alianza de facto con el PAN, considerando que Jesús Ortega tiene buenos contactos en la derecha, y que Ebrard no es mal visto por un sector del blanquiazul.

En cualquier escenario, las expectativas de la izquierda no son buenas. Huele a ruptura y a que se gesta un nuevo conflicto. Es una pena que un sector tan importante para la vida democrática del país, nuevamente se encuentre en crisis.

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