viernes, 9 de diciembre de 2011

EL VILLANO DE VILLA UNIVERSITARIA

Por Cristhian Salazar

Hay seres que nacen con buena estrella, que desde la adolescencia apuntan a lo que probablemente serán y harán en la vida. Tienen una juventud promisora, pero en la edad adulta tuercen el camino y se convierten en todo lo contrario a
lo que de jóvenes presagiaban.

Jesús Héctor Carreón es uno de ellos. Los que lo conocen desde joven, cuentan que era carismático y lleno de proyectos, con una imaginación brillante y creativa y todo mundo pensaba que llegando a la madurez, cimbraría a Durango con la realización de su proyecto de vida pública y privada.

Pero la ambición lo pudrió. Quiso obtener dinero fácil y en forma impune, escudándose en el STAUJED; pero se le cayó el teatro. Estuvo tres años en la cárcel como coautor del secuestro del Dr. José Antonio Rincón. Salió libre no por ser inocente, sino por deficiencias en la integración de la averiguación. Su estancia en la cárcel afinó sus tendencias criminales. Al Cereso había entrado un hombre inexperto y salió un criminal de alta escuela.
Chantajeó a las autoridades de la UJED para que le pagaran salarios caídos, y al gobierno le sacó una compensación por daños y perjuicios. De tal forma que a los pocos meses de salir de la cárcel, Jesús Héctor ya traía un vehículo último modelo. Y de ahí en adelante nada más andaba
olfateando el dinero.

En la crisis de la UJED de 1987, Carreón vio que en un río revuelto, la audacia sin escrúpulos puede sacar tajada. Y Jesús Héctor sacó su Villa Universitaria. Envolvió como un encantador de serpientes al Dr. Jorge Ramírez Díaz y a Rubén Calderón. Y presentó un proyecto de vivienda que a simple vista era viable y noble: dotar de una casa a todos los universitarios, trabajadores y académicos.

Hizo que el tesorero de la UJED de aquellos tiempos, desviara dinero destinado a la educación, para prestárselo a un particular (Carreón), para que hiciera un negocio para su provecho personal. Para esto había involucrado a varias personalidades extremadamente honorables, abusó de su buena fe, y los usó como tapadera para hacer sus latrocinios. Carreón no solo logró que la UJED le prestara dinero, sino que también la Universidad se prestó al perverso juego de descontar de la nómina los incautos compradores de lotes, que por supuesto nunca recibieron la posesión de sus terrenos. Inclusive hubo muchas personas a quienes les descontaron sin haber
tenido tratos con el villano de Villa Universitaria. La UJED no solo le prestó indebidamente dinero a Carreón para que hiciera su negocio personal, sino que también colaboró a defraudar docentes y trabajadores. Las autoridades universitarias de aquel tiempo, dieron facilidades para cometer un fraude descomunal.


Jesús Héctor vendió hasta a tres personas un mismo lote y además se apropió de tres hectáreas del terreno mejor ubicado, que eran destinadas a cooperativas. Estafó también a los ejidatarios, quienes se cansaron de denunciar las tropelías de Carreón ante la autoridad.

Actualmente, Chuy Carreón percibe una pensión de la UJED, por su jubilación como trabajador administrativo. Le pagan otro sueldo como “investigador” de tiempo completo en el Instituto de Investigaciones Jurídicas, a donde jamás asiste. Además, otra percepción salarial como maestro
en el Posgrado de la FADER. Hasta hace poco más de un año, Rubén Calderón lo
tenía cobrando un jugoso sueldo en la nómina secreta de la UJED. Aparte de que estafó a muchos universitarios y que dispuso indebidamente de dinero destinado a la educación de los jóvenes
duranguenses, aún sigue pegado a la ubre de la Universidad, succionando los
escasos recursos del alma máter. Carreón es una sanguijuela demasiado cara para la UJED.

A base de maniobras y componendas lo hicieron licenciado en Derecho sin saber nada de leyes.
Lo hicieron Doctor en Derecho para vergüenza de la FADER, pues le dieron la toga y lo hicieron docente sabiendo que es un criminal con una mentalidad pervertida al grado extremo.

El Dr. Jesús Héctor Carreón Burciaga tiene los siguientes antecedentes penales: Expedientes No. 51/2001, por el delito de daños; 10/2003, por el delito de daños en los bienes; 82/99 por el delito de despojo; 45/2001, por el delito de daños en los bienes; 47/2001, por el delito de daños en los bienes; 48/2001, por el delito de daños en los bienes; 49/2001, por daños en los bienes; 52/2001, por daños en los bienes; 51/2001, por daños en los bienes; 153/80, por el delito de SECUESTRO Y HOMICIDIO, en el juzgado 3º Penal.

Se han presentado denuncias y demandas, y jamás se ha molestado a este criminal. ¿Por qué? Porque ha chantajeado a las autoridades y se encubre en partidos políticos para obrar con impunidad.

Actualmente, Jesús Héctor Carreón es quien por debajo del agua calienta y dirige a los integrantes del Frente por la Autonomía Universitaria, ya que es el único de este grupúsculo con algo de sesos. A los demás no les alcanza la médula para nada. Pero Carreón los está utilizando,
primero los atiza para que protesten, y luego va y negocia en su nombre con las autoridades universitarias.

¿Hasta cuándo seguirá Carreón burlándose de la ley?
¿Hasta cuándo la UJED se sacudirá este parásito?

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