lunes, 30 de enero de 2012

SUMAS QUE RESTAN


Por Cristhian Salazar

En Política hay sumas que suman, pero también hay sumas que restan. Hay alianzas que fortalecen, pero hay otras que debilitan. Hay aliados que abonan y que aportan votos, pero hay otros que repelen más gente de la que atraen.
El Partido Revolucionario Institucional, había acordado una alianza electoral con el Partido Nueva Alianza, franquicia de la maestra Elba Esther Gordillo, a quien el ex presidente nacional del tricolor, Humberto Moreira, le cedió 24 distritos electorales y 10 senadurías de las 64 que se disputarán este año, demasiados espacios para un partido tan pequeño. El acuerdo contemplaba a personajes como Mónica Arriola y Fernando González, hija y yerno de la lideresa magisterial. Esta situación provocó un gran malestar entre los priistas que aspiran a una posición en el Senado o en San Lázaro.
Sin embargo, el pasado 21 de enero la dirigencia nacional del PRI anunció el fin de la coalición con el Partido del magisterio, por así convenir a los intereses de cada uno de los institutos políticos. Al parecer la alianza le estaba saliendo demasiado cara al PRI.
¿Gana o pierde el PRI con esta ruptura? En primer término, es preciso establecer la fuerza electoral con que cuenta el PANAL. Algunos calculan que el divorcio le puede costar al PRI y a su candidato, entre 1 y 2 puntos porcentuales. Además, el poder político de Gordillo y el SNTE es indiscutible, ya que se trata del sindicato más grande de América Latina. A esto hay que agregarle que los profesores actuando en bloque, son inmejorables operadores electorales.
Pero la alianza con el PANAL, contradecía a la imagen que el partido tricolor quiere mostrar a los electores, la de un nuevo PRI, que se pretende deshacer de los lastres del viejo sistema político.
La maestra Elba Esther Gordillo, es una de las figuras públicas más desprestigiadas del país, un icono de la corrupción y de las bajas pasiones políticas. Su relación con el Revolucionario Institucional, le daba al partido un tufo del viejo PRI, de todo lo rancio que la sociedad mexicana ahora repudia. Los votos que la maestra pudiera aportar al PRI, son muchos menos de los que le restaría con su pésima imagen.
La ruptura con el PANAL, puede ser un área de oportunidad para el PRI, para mostrarse a la gente con un nuevo rostro y dejar de evocar aquel pasado de corporativismo y corrupción, que los opositores tanto utilizan para pegarle al tricolor.
Además, el PRI cuenta con el candidato mejor posicionado y con la suficiente estructura electoral para defender el voto y contrarrestar el juego sucio de los panistas, para no padecer lo mismo que López Obrador en 2006.
En una valoración objetiva, considero que el PRI sale ganando con la salida de Elba Esther Gordillo y el PANAL de la alianza “Compromiso por México”. Inclusive, el PRI debería aprovechar esta coyuntura electoral para sacudirse otras rémoras que también dañan la imagen del partido.

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