sábado, 15 de septiembre de 2012

TRONÓ LA UDENA


Por Cristhian Salazar

El muerto y el arrimado a los tres días apestan. Pero el cadáver político de Marcos Cruz comenzó a heder desde el momento en que llegó al PRD, donde las numerosas tribus de ese partido, lejos de recibirlo como a un líder histórico de la izquierda, lo trataron como a cualquier hijo de vecina.
En 2009, Marcos rompió definitivamente con los dueños del PT, Alberto Anaya y Gonzalo Yañez, para afiliarse al PRD y formar su propia mini tribu, denominada UDENA  (Unidad Democrática Nacional), que según Cruz, se llevó al 40% de la membresía petista.

El pleito de los hermanos Marcos y Juan Cruz contra Gonzalo y Anaya, no lo provocaron diferencias ideológicas ni pragmáticas, el fondo fueron las pugnas por el poder. Alberto Anaya se convirtió en el dueño absoluto del Partido del Trabajo y de los abundantes recursos económicos de éste. Y Gonzalo, se llevaba todos los reflectores al ser la única figura mesiánica con que cuenta el PT, una vedette muy lucrativa electoralmente, pero con un hambre insaciable de poder  y dinero. Ambos mantienen una relación de mucha conveniencia: Gonzalo pone los votos y Beto Anaya pone los billetes.

El poder no se comparte, es la frase favorita de Anaya y su camorra, por ello son maestros de la política del chapulín, saltando de una Cámara a otra para seguir parasitando al erario, mientras al pobre Marcos lo mantuvieron en el ostracismo por muchos años.

En estas condiciones, en 2009 Marcos Cruz, fundador del CDP y un puñado de seguidores, cobijados por el compadrazgo de Chucho Ortega, ingresaron a las filas del PRD, para buscar las canonjías que otrora gozaron en el Partido del Trabajo. Pero salieron de Guatemala para entrar a Guatepeor, porque en el PRD se encontraron con una muralla de tribus que les impidieron el ascenso a las mejores posiciones. Ya lo advertía el columnista Luis Hernández Navarro en aquel entonces: Quienes hoy abandonan el PT se van en el peor momento. Marchan derecho al pantano. Los usos y costumbres de las diversas corrientes que integran el Sol Azteca son una garantía  de que serán tratados igual o peor que en su antiguo partido. (La Jornada, 20 de enero de 2009).

Finalmente, hace unos días Don Marcos anunció el fin de ese cascarón vacío llamado UDENA y su incorporación a otra tribu más influyente, la IDN del tristemente célebre René Bejarano y de Dolores Padierna, los dueños de esta corriente perredista,  una de las mejor posicionadas al interior del partido, ya que tienen en su poder la mayoría de la Asamblea Legislativa y varias delegaciones del D.F.
La interrogante es si los que se van de la UDENA, se quedarán en el PRD, o si seguirán los pasos de Andrés Manuel López Obrador para formar el nuevo partido MORENA.

Pero Marcos Cruz es un general sin tropa. Sus excesos y su voracidad lo divorciaron del pueblo hace muchos años. El  líder histórico del CDP y fundador del Partido del Trabajo,  abandonó sus colonias y se quedó sin base social. Además, lo siguen dirigentes de muy bajo perfil y uno que otro intelectual de copa y sofá, por ello creo que aportará muy poco al proyecto en el cual decida quedarse.

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